lunes, 19 de mayo de 2008

Por todas estas razones

POR TODAS ESTAS RAZONES...

· Si te aburre estar parado y te llena hacer algo por los demás...

· Si estás bautizado y Dios significa algo en tu vida...

· Si crees que hoy hay que proponer el evangelio a nuestra cultura...

· Si crees que servir es una palabra clave...

· Si estás dispuesto a ganar el ciento por uno...

· Si quieres hacer algo por tu tierra y optas por ella...

· Si consideras fundamental ser bueno y no confundirlo con ser un pardillo...

· Si eres de los que viven a conciencia la Semana Santa...

· Si buscas más sentido a tu vida del que te ofrecen por ahí...

· Si te notas algo más maduro en la fe que la mayoría...

· Si crees que la Iglesia tiene que dar un giro...

· Si ves a pocos jóvenes por tu parroquia...

· Si te atraen las causas justas...

· Si quieres ganarte el cielo y regalar más cielo a los demás...

· Si sientes que Dios te llama...

TE QUEDA CUERDA PARA RATO. HAZTE CURA.

sábado, 17 de mayo de 2008

Amar es una decisión

AMAR ES UNA DECISIÓN

1.- Un esposo fue a visitar a un sabio y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.

El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: "Ámala". Luego se calló.

"Pero es que ya no siento nada por ella", insistió el esposo.

"Ámala", respondió el sabio.

Y ante el desconcierto del esposo, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agregó lo siguiente: "Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo que invita a la acción y el fruto de esa acción es el Amor. El Amor es un ejercicio de jardinería: arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega y cuida. Debes estar preparado porque habrá plagas, sequías y exceso de lluvias... más no por eso abandones tu jardín. Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela. Eso es todo: ¡Ámala!”

2.- El amor es la base de la familia; el amor en palabras de San Pablo a los Colosenses, es el ceñidor de la unidad. Del amor nacen la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, todas las virtudes que adornan y sostienen la vida del matrimonio y la comunidad. Si falta el amor todo se derrumba.

Pero, ¿qué es amar? No es "poseer" al otro, no es "utilizar" al otro, no es "servirse del otro". Amar es darse, entregarse, es una "autodonación" de tu propia vida. Es tener al otro como en un pedestal valorando todo lo bueno que tiene y disculpando sus defectos, ¿quién no los tiene? Algunos se empeñan en poner en crisis la familia, sin darse cuenta de que si la familia se viene abajo se derrumba también la sociedad. Pero el amor sigue reinando, a pesar de todo.

3.- Nazaret es la primera escuela de amor. Hoy día la familia sigue siendo la primera escuela, donde el niño se impregna de los auténticos valores. Los niños son esponjas, que observan e imitan lo que hacen los padres.

La familia es la primera escuela de educación en la fe, es donde se asume la actitud ante la sociedad y el prójimo. Los hijos aprenden a amar en cuanto son amados gratuitamente, aprenden el respeto a otras personas en cuanto son respetados, aprenden a conocer el rostro de Dios en cuanto reciben su primera revelación de un padre y una madre llenos de atenciones. Cuando faltan estas experiencias fundamentales es el conjunto de la sociedad el que sufre la violencia y se vuelve, a su vez, generador de múltiples violencias.

El consumismo, el individualismo, la incomunicación, la falta de maduración son los auténticos enemigos de la familia. Esto hace que muchas personas busquen únicamente su propio bien o interés personal, arrinconando a los ancianos porque estorban, retrasando la llegada de los hijos porque son una carga para "el disfrute de la vida".

La familia de Nazaret pasó por muchas dificultades económicas y sociales, pero todo lo superó porque estaba cimentada en la roca firme del amor y de la confianza en Dios. No seamos pesimistas, pues sigue triunfando el amor y nadie podrá detener la energía y el calor que irradia un hogar donde se vive de verdad la mutua entrega.

sábado, 10 de mayo de 2008

Esto es ser cristiano

Esto, entre otras cosas, es ser cristiano y lo demás son cuentos...

Nota: Esto es para que te analices, no para que, excluyéndote tú, te dediques a investigar quién de las personas que te rodea falla en estas cosas. Ten cuidado que para ser fariseo no hay que hacer muchos pinitos...

I. PRIMER MANDAMIENTO: “Entra dentro de ti y mírate”. Ya sabemos que aquel de allí es un demonio. Pero, ¡hombre! ¡Tú tampoco es que huelas a incienso! Deja de pensar que si fulano es así o mengano asao... ¡que a lo mejor tú tampoco te libras de la quema!

II. Si no estás dispuesto a cumplir el PRIMER MANDAMIENTO, entonces no sigas leyendo lo que viene a continuación porque ¡esto de ser cristiano no es lo tuyo! Y... ¡ojo con justificar algunas de tus posturas!, que lo malo nunca se puede justificar...

III. Sé lo más comprensivo que puedas con la gente. No existe “mala leche”. Lo que existen son personas que RECLAMAN CARIÑO. Y, cuando no lo obtienen, se cabrean o reaccionan de forma aparentemente “anormal”: me cabreo, critico, le machaco, pego cuatro voces...

IV. Si a todo el mundo le gusta que le quieran, pues, vamos a dar cariño. ¡Vamos!, digo yo, ¿no?

V. Si escuchas un comentario bueno sobre otra persona, házselo llegar. Y si escuchas uno malo, cállatelo. O, mejor aún, dile a quien lo ha dicho que se lo diga al interesado en vez de al resto que, como dice el dicho: “el cornudo es el último en enterarse”.

VI. No hay oficio más bonito que el de unir a las personas. ¿Lo has aprendido ya? Únete al vecino y luego... une al resto.

VII. Cuando tengas que decir alguna verdad, dila. Pero, ¡con cariño! Que a veces se dice con tonos un poco subiditos y, en ocasiones,... aunque sea contradecir el tercer mandamiento, ¡con mala leche!

VIII. Sé positivo y saca a relucir lo bueno de los demás y de las situaciones. ¡No seas negativo! ¡Que nadie tiene la culpa de que estés “amargao” contigo mismo!

IX. Si en algún momento desearías decir a una persona algo, ¡no esperes a que se colme el vaso! ¡Hábla cuanto antes! Porque si no lo haces empiezas a ser cómplice del mal que hace el otro. Además, el otro te puede echar en cara que por qué no se lo dijiste antes... ¡y tiene razón!

X. ¡Deja de mirarte al ombligo! La mayoría de los males, por no decir todos, se solucionan cuando me preocupo por hacer feliz al vecino.

XI. Sé delicado y suave en el trato. ¡Que a veces parece que nos han “clonao” con un cactus!

XII. Si alguien te pide perdón... ¡no sigas echando leña al fuego!... ¡Viva la paz!

XIII. Aprende a ponerte en el lugar del otro. Lo más importante es amar, dar cariño, que la otra persona se sienta querida... Si descubres esto con el corazón... “¡te ha tocado la lotería!”

XIV. ¡No pongas etiquetas a la gente! Que para quitarlas vino Jesús. Deja de juzgar que equivocarse sobre uno es la cosa más fácil. Además, no puedes reducir una persona a una, dos o tres etiquetas. Por otro lado, las etiquetas, cuando son negativas,... ¡matan!

XV. Si alguien te hace algo malo... ¡VÉNGATE!.. Véngate tratando a esa persona lo mejor posible cuando esté a tiro. Esta venganza no la aguanta nadie. En todo momento haz aquello que crees que está bien, independientemente del comportamiento de la gente.

XVI. LO MÁS IMPORTANTE: “Que todos seamos uno”. Quien lucha por la unidad es de Dios y sus frutos son la calma, la mansedumbre, la bondad, la felicidad, la PAZ. Quien provoca divisiones no es de Dios y sus frutos son la guerra, el odio, el rencor, la desconfianza, la murmuración, la destrucción, la crítica,... la INFELICIDAD.

Todos estos mandamientos se encierran en dos: ¡Deja de enojarte y pelearte por TONTERÍAS y preocupate por dar cariño hasta que no puedas más!, que el secreto para ser felices es más sencillo de lo que parece... Por cierto, ¿no será que a veces no nos damos cuenta porque somos un poco complicados?

«EL AMOR HACE SIEMPRE LAS COSAS NUEVAS»

Oración por mi Parroquia

Oración por mi parroquia


Jesús, ésta es hoy mi oración:
Gracias por mi
parroquia.
¡Estoy recibiendo tanto de ella!
¡Tengo tanto que agradecerle!

En ella te estoy descubriendo,
en ella estoy aprendiendo a amarte y a seguirte.
Desde ella escucho tu Buena Noticia,
desde ella recibo el pan necesario para el camino.

Cuando me canso, me deja su palabra de ánimo,
cuando me caigo, me entrega tu perdón.
Cuando me siento débil, ella me fortalece,
cuando me duermo, ella me despierta.

Gracias, Señor, por mi parroquia,
gracias por los niños y los jóvenes,
por los mayores y los ancianos.
Todos, formamos tu Comunidad, tu Iglesia.

También hoy quiero pedirte por ella, Señor,
por sus grupos y actividades, por su gente.
¡Cuánto me ayudan!
Que seamos un rincón cálido,
un lugar donde nos queramos y respetemos,
un espacio donde vivamos como hermanos,
donde, unidos, nos esforcemos por tu Reino.

Y te ruego algo más, con la fuerza de que soy capaz.
Que mi parroquia no luche por sí y por su causa.
Se empeñe, más bien, en Ti y en tu causa.

Que no destaquemos por hacer muchas cosas,
por ser muchos e importantes.
Que nos conozcan, Señor, por vibrar y soñar
con lo que tú vibraste y soñaste.

Jesús, te doy gracias por mi Parroquia.
Jesús, te pido por mi Comunidad.
Ella es el camino,
Tú, la meta y el horizonte.
Amén

Nuestra Señora de Fátima

Nuestra Señora de Fátima

Fátima es otro gesto de amor de la Virgen María, la Madre de Dios, hacia nosotros, sus hijos del tercer milenio. Si bien las apariciones se dieron lugar en las primeras décadas del siglo XX sigue siendo muy actual el mensaje que nos dejó por medio de aquellos tres pastorcitos portugueses: la conversión de nuestros corazones.

La situación del año 1917 era conflictiva: plena guerra mundial, la revolución que cambiaría la historia de Rusia y del resto del mundo era inminente... y es este contexto en el que la Virgen decide visitar cerca del pueblo de Fátima, a tres chicos campesinos: Lucía, Francisco y Jacinta, tres chicos menores de diez años. Tres chicos analfabetos y con una instrucción religiosa básica, pero con un cariño por las cosas de Dios, con una actitud misteriosamente grande frente a lo sobrenatural.

Antes de aparecérseles la Virgen, Dios quiso prepararlos con la visión de un ángel: él mismo los invitaba a la conversión, a adorar y a amar a Cristo por todos aquellos que no lo hacían.

Pero sus vidas cambiarían definitivamente el 13 de mayo de ese año. Era un domingo y, después de ir a misa con sus padres, llevaron a pastar las ovejas a un terreno perteneciente a la familia de Lucía. Allí jugaron durante un rato hasta que algo extraño sucedió. Contó Lucía más tarde:

«-Está relampagueando- dije. Puede venir una tormenta. Es mejor que nos vayamos a casa

-¡Oh, sí, esta bien! contestaron mis primos.

Comenzamos a bajar el cerro llevando las ovejas hacia el camino. Cuando íbamos por mitad de la pendiente, cerca de una encina, que aun existe, vimos otro relámpago, y habiendo dado algunos pasos mas vimos sobre la encina una Señora vestida de blanco, más brillante que el sol, esparciendo luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos mas ardientes del sol. Estábamos tan cerca que quedamos dentro de la luz que Ella irradiaba. Entonces la Señora nos dijo:

No tengáis miedo. No os hago daño».
-Yo le pregunté: ¿De dónde es usted?
-«Soy del Cielo».
-¿Qué es lo que usted me quiere?
-«He venido para pediros que vengáis aquí seis meses seguidos el día 13 a esta misma hora. Después diré quien soy y lo que quiero. Volveré una séptima vez».
-Pregunté entonces: ¿Yo iré al cielo?
-«Si irás»
-¿Y Jacinta?
-«Irá también»
-¿Y Francisco?
-«También ira, pero tiene que rezar antes muchos rosarios»

(...)

Y entonces dijo:-«Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que El quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?»
-Sí, queremos.
-«Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la gracia de Dios os fortalecerá»

Diciendo esto la Virgen abrió sus manos por primera vez, comunicándonos una luz muy intensa que parecía fluir de sus manos y penetraba en lo mas intimo de nuestro pecho y de nuestros corazones, haciéndonos ver a nosotros mismos en Dios, más claramente de lo que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces, por un impulso interior que nos fue comunicado también, caímos de rodillas, repitiendo humildemente:

-Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento.

Después de pasados unos momentos Nuestra Señora agregó:

-«Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra».

Acto seguido comenzó a elevarse serenamente, mientras la luz que la circundaba parecía abrirle el camino.

Al mes siguiente los pastorcitos no faltaron a la cita de honor, pero esta vez no estaban solos:

«Después de rezar el rosario con otras personas que estaban presentes (unas 50) vimos de nuevo el reflejo de la luz que se aproximaba, y que llamábamos relámpago, y en seguida a Nuestra Señora en la encina, todo como en mayo. -¿Qué es lo que quiere? -pregunté
Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero además»
-Le pedí la curación de una enferma. Nuestra Señora respondió:
-«Si se convierte se curará durante el año»
-Quisiera pedirle que nos llevase al cielo.
-«Si, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tu te quedarás algún tiempo mas. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mi para adornar su Trono.»

En ese momento abrió las manos y nos comunicó por segunda vez el reflejo de la luz inmensa que la envolvía. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se eleva hacia el cielo y yo en la que se esparcía sobre la tierra. Delante de la palma de la mano derecha de nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecadores.

Como aquella vez, en todas las apariciones la Virgen fue solicitando a los pastorcitos el rezo del Rosario y la reparación de los pecados cometidos contra Dios y contra el Inmaculado Corazón de María.

En la última visita, el 13 de octubre de 1917, se confirma de un modo milagroso que las apariciones tenía el sello de Dios:

«Había gente en masa (70.000) bajo una lluvia torrencial. Por el camino, las escenas del mes pasado, más numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse en actitud humilde y suplicante.

Llegando a Cova de Iría, junto a la encina, pedí al pueblo que cerrasen los paraguas para rezar el Rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en seguida a la Virgen sobre la encina.

-¿Qué es lo que usted quiere?
-«Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. La guerra esta acabándose y los soldados pronto volverán a sus casas.»
-¿Curará a los enfermos?
-«Unos si y otros no; es preciso que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados.

Tomando aspecto más triste dijo: Que no se ofenda mas a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido.»

Y abriendo sus manos las hizo reflejar en el sol y, en cuanto se elevaba, continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el sol.

Y exclamé que todos mirasen al sol. La lluvia cesa y el sol por tres veces gira sobre si mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de variados colores. Parece a cierta altura desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Todos están atónitos. Los periodistas de los periódicos que habían acudido incrédulos a desprestigiar las apariciones, tomaron fotos y dieron testimonio de aquel milagro en la prensa.

Al cabo de 10 minutos de prodigio el sol toma su estado normal. El milagro del sol implantó para siempre el culto a Nuestra Señora de Fátima. Pablo VI definió el mensaje de Fátima como un mensaje de «oración y penitencia».

Las apariciones de la Virgen en Fátima nos pone de nuevo frente al misterio del Amor de Dios que quiso que su Hijo nos salvara y que Santa María intercediese por cada uno de nosotros. Por eso Fátima es un regalo del Cielo, una forma cariñosa de Nuestra Madre para que aprendamos a ver el mundo con los ojos de Dios, a comprender que debemos empezar con confianza, seriedad y alegría nuestra misión en la tierra y no perder nunca la mirada en la Eternidad.

Rezar ¿cambia las cosas?

REZAR ¿CAMBIA LAS COSAS?


Dicen que rezar cambia las cosas, pero ¿es REALMENTE cierto que cambia algo?

¿Rezar cambia tu situación presente o tus circunstancias? No, no siempre, pero cambia el modo en el que ves esos acontecimientos.

¿Rezar cambia tu futuro económico? No, no siempre, pero cambia el modo en que buscas atender tus necesidades diarias.

¿Rezar cambia corazones o el cuerpo dolorido? No, no siempre, pero cambia tu energía interior.

¿Rezar cambia tu querer y tus deseos? No, no siempre, pero cambiará tu querer por el querer de Dios.

¿Rezar cambia cómo va el mundo? No, no siempre, pero cambiará los ojos con los que ves el mundo.

¿Rezar cambia tus culpas del pasado? No, no siempre, pero cambiará tu esperanza en el futuro.

¿Rezar cambia a la gente a tu alrededor? No, no siempre, pero te cambiará a ti, pues el problema no está siempre en otros.

¿Rezar cambia tu vida de un modo que no puedes explicar? Ah, sí, siempre. Y esto te cambiará totalmente.


Entonces, ¿rezar REALMENTE cambia ALGO? Sí, REALMENTE cambia TODO.